sábado, 30 de agosto de 2008

LOS PIES, EL MITO Y EL OFICIO


El Dr. Oscar Holguín-Veras Tabar, tuvo la idea de aglutinar a los escritores de literatura infantil dominicanos. Confieso que nunca me sentí escritora porque tengo un concepto muy alto del oficio y no se me ocurría comparme con Juan Bosch o Virgilio Día Grullón. De ser escritora, yo quisiera ser como Edgar Allan Poe, Horacio Quiroga, Hermann Hesse, Hilma Contreras, Michael Ende, José Asunción Silva, Cesare Pavese y, sí, algunos que se han suicidado. Creo que este asunto es muy difícil y hay mucho del emocional involucrado para andarse con técnicas y mecanicismos. A mí eso no me gusta. No en valde me gusta la ficción y no en valde no avanzo mucho. Tengo miedo de mecanizarme, de dominar la técnica y olvidar el alma.
DE UN MODO U OTRO, estaba ligada a la redacción. Al grupo literario llegó el suplemento COLOQUIO #30, del 28 de octubre de 1989, titulado "La Ciguapa: Mito y Literatura". Como subtítulo ponía: "Coloquio con Mora Serrano". Este suplemento se convirtió en herramienta de trabajo. Tenía ilustraciones de la reconocida grabadista argentina Graciela Azcárate, gran periodista también, y el diseño de nuestra Lorelay Carrón, hoy premio Nacional de Literatura Infantil Dominicana. En él se recopilaban los escritos de autores de renombre como el Dr. Marcio Veloz Maggiolo, Profesor Juan Bosch, Dr. Joaquín Balaguer, Dr. Cayo Claudio Espinal... la dirección era del Dr. Bruno Rosario Candelier, quien dio mucho aliento a los escritores de nuestro grupo. La tarea fue utilizar el tema de la ciguapa. Fue un experimento interesante. Un grupo de escritores al servicio de una idea.
¿POR QUÉ ELEGIMOS LA CIGUAPA? Porque la reconocimos como "la auténtica leyenda dominicana". Algo digno de ser difundido. Asumimos el mandato del Dr. Manuel Mora Serrano de quererla y promocionarla. Era el año 1993. Cada uno de nosotros empezó a trabajar su ciguapa personal. Al cabo del tiempo, cada quien debería entregar un cuento con la ciguapa como protagonista.
DE LA CIGUAPA, adoro el misterio de su origen. Me enternece su soledad y la grandeza compasiva de morir anegada en lágrimas por una sensibilidad tan, pero tan femenina, que me obliga a pensar en el siglo que vendrá y la aceptación de las cualidades contradictorias, pero propias de cada ser.
TERMINÉ entendiendo a la ciguapa como una presencia dialéctica donde las cualidades contrarias se complementan (Yin y Yan).
ESOS PIES que simbolizan la tierra, nuestra raíz, el asentamiento y la firmeza, al ser diferentes, nos llevan al misterio, la magia y la imaginación poética.
LA CABELLERA INMENSA es el desbordamiento mental, en su infinita capacidad de asociación y de aprendizaje.
LA DESNUDEZ es la inocencia absoluta en armonía con la naturaleza.
CREO como el Dr. Manuel Mora Serrano, que las ciguapas existen... aunque más no sea que en el alma de quien las evoca. Asumo como él, que "son buenas, ingénuas y amistosas· (Goeíza, p. 123).
LAS CIGUAPAS viven en el corazón del campesino dominicano a pesar del progreso que las extingue en la tala de los árboles.
AUNQUE la civilización las arrincone con sus pies volteados en el último monte de nuestras tradiciones, las ciguapas viven y vivirán.

No hay comentarios: